¿Es increíble verdad? Estamos hablando de nuestra mente, nuestro más valioso y precioso recurso, a través de cual experimentamos cada momento de nuestra vida; la mente de la que dependemos para ser felices, satisfechos, y emocionalmente estables como personas, y a la vez para ser amables y atentos, y considerados en nuestras relaciones con los demás. La misma mente de la que dependemos para concentrarnos, ser creativos, espontáneos, y para darlo todo en cada cosa que hacemos. Y sin embargo, no tomamos ni un momento para cuidarla. Cuidamos mas nuestros coches, nuestra piel, nuestro pelo, nuestra ropa... y el resultado es que obviamente nos agobiamos, porque hacemos que la mente este zumbando como una lavadora, dando vueltas y vueltas a un montón de emociones difíciles y confusas, y no sabemos bien como lidiar con eso. Algunos se dan a la bebida, otros se medican.
Nos centramos tanto en estas cosas, que perdemos detalles de la vida que verdad importan. El presente, vivir el momento, palabras que utilizamos mucho y nos suenan muy común, pero en nuestros pensamientos recordamos el pasado o planeamos el futuro tanto, que el presente no es ni mucho menos lo más común ni ordinario... apenas le dedicamos tiempo. No hay que abrumarse por tomar decisiones difíciles, sino aprender a estar en el aquí y en el ahora, cómo ser consciente, cómo estar presente. Recientemente ha habido un trabajo hecho en Harvard, que dice que en promedio nuestras mentes se pierden en pensamientos casi 47% del tiempo. Al mismo tiempo esto es una causa directa de la infelicidad. Pararos a pensar que no vamos a estar aquí por mucho tiempo. Pero gastar la mitad de nuestra vida perdidos en pensamientos, la mayoría infelices, es un tanto trágico, especialmente cuando hay algo que podemos hacer al respecto. Es una solución que nos hará estar menos distraídos y más atentos a lo que sucede alrededor, y lo mejor de todo es que no toma más de 10 minutos.
Borja O.
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